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JMoracastellanos

LOS RESPONSABLES DE LA CRISIS

Tribuna de opinión / Art. de opinión de Ricardo Moreno, Responsable de Programa Local de UPyD en Novelda

Novelda pagará este año 2,8 millones de euros en intereses y amortización a Bancos y Cajas. Novelda debe 33 millones de euros a proveedores privados y entidades financieras; más de 15 a proveedores y 17 a bancos y cajas, sin contar intereses.

Por si nadie se lo ha planteado y ha hecho el cálculo lo haré yo, solo estos dos millones ochocientos mil euros equivalen a, más o menos, 465 millones de las antiguas pesetas. 33 millones de euros equivalen a 5.500 millones de pesetas. ¡Cinco mil quinientos millones de pesetas!

¿En qué se ha gastado ese dinero? ¿Cómo puede un municipio como Novelda, de veinte siete mil habitantes, haber contraído semejante deuda?

¡Cuántas cosas podrían hacerse ahora, en plena crisis, por este municipio con cinco mil quinientos millones de pesetas! …Infraestructuras, ayudas para personas que están pasándolo ahora realmente mal, bajadas de impuestos para parados, para pensionistas, apoyos efectivos a pequeñas y medianas empresas con dificultades, inversiones de futuro, etc.

Hagamos un cálculo, un simple ejercicio, gratuito pero que nos puede servir para dar una idea de las cantidades de las que hablamos: ¿Cuántas familias podrían subsistir con este dinero? Si suponemos una renta hipotética media de 10.000 euros año por familia (cantidad que actualmente muchos quisieran para sí) exactamente podrían vivir durante todo un año completo 3000 familias de nuestra localidad. Repito: 3000 familias de varios miembros podrían vivir todo un año completo solo con la deuda que este Ayuntamiento ha contraído para pagar, carriles bici que nadie o casi nadie usa, órganos de piedra, velódromos inaugurados (por decirlo de alguna manera, ya que está exactamente igual que hace un año) con prisas y carreras, un casal de la juventud que permanece cerrado la mayor parte de los fines de semana, etc. Por si fuera poco la mayor parte de estos proyectos se han financiados con el plan E y programas de ayuda de la Generalitat; es decir: que ni siquiera estos delirios los han pagado nuestros impuestos municipales.

¿Qué nos ocurre? ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Dónde están los responsables? ¿Quién es responsable? ¿Quiénes nos han llevado a esta situación?

Yo les diré de quién es la culpa; y no, no es de los mercados financieros, de la globalización, de la deslocalización, de China o de Pakistán o la India. La culpa es, sí, de los políticos; nuestros políticos: del PSOE y el último equipo de gobierno (BLOC, EU y Verdes incluidos). La responsabilidad es del PP, que ya dejo una deuda considerable en la anterior legislatura (la de “las vacas gordas”) y que ha estado engordando en el Ayuntamiento haciendo una oposición crítica pero siempre comodona y cómplice, con cargo a los presupuestos municipales.

Pero no nos engañemos. La responsabilidad, la responsabilidad final de todo esto es nuestra. Sí, sí: nuestra. Nosotros les votamos, nosotros consentimos, nosotros callamos y nosotros no hicimos nada, ni hacemos nada tampoco ahora.

Ya se que es duro trabajar cada día ocho o diez horas, que bastante tiene cada uno con sus problemas, con su trabajo y su familia, para volver a casa y preocuparse por los problemas del Ayuntamiento. Pero es que el Ayuntamiento somos nosotros. Sí, nosotros somos ese Ayuntamiento, nosotros somos los deudores finales de toda esa deuda, y nosotros vamos a pagar con impuestos (y con más y más subidas de tasas) por la mala gestión de otros; otros a los que nosotros votamos y a los que dejamos hacer a sus anchas en cada pleno y en cada firma del Alcalde y del consistorio.

No podemos dejar la gestión pública únicamente en manos de los políticos. No podemos delegar totalmente nuestra representatividad ni nuestra responsabilidad.

No podemos votar y esperar que alguien solucione nuestros problemas.

Hay que tomarse en serio la política y dejar de considerar lo político como asunto para los políticos, como si fueran una casta de la que nosotros no formamos parte, como si nosotros no fuésemos también entes políticos; cuando desde que nos levantamos hasta que nos acostamos no dejamos de realizar actos atravesados por lo político (regulaciones, IVA, conducir por la carretera, etc. hasta comprar el pan de cada día es un acto que está regulado y socializado)

Debemos exigir que los políticos rindan cuentas ante nosotros, que sean responsables, tanto política como penalmente, de sus decisiones y actos. Exigir transparencia en los presupuestos y conocer las cuentas y gastos detallados del Ayuntamiento, auditarlos y controlarlos. No es que no podamos hacer nada, al contrario, la soberanía (artículo primero de la Constitución) reside en nosotros; no en la clase política. No se trata de votar representantes plenipotenciarios, que hagan y deshagan a su antojo cada cuatro años; sino que nosotros, directamente, deberíamos votar sobre cada ley y regulación que va a afectarnos.

Debemos y debimos implicarnos entonces. Debimos hacer algo cuando el equipo de gobierno actual, con Mariano Beltrá a la cabeza, y Víctor Cremades como concejal de hacienda, se subieron sueldos (72000 euros brutos anuales el Alcalde) y dietas, con el voto a favor del Partido Popular. Cuando se negó el derecho a conocer a mi grupo las cuentas públicas al momento (más de un año para presentar la liquidación de 2009). Cuando nos endeudaron hasta alcanzar un límite insostenible (actualmente salimos a más de mil euros por habitante). Cuando se realizó una, digamos y por llamarlo de alguna manera, contabilidad creativa con los presupuestos de 2009 y 2010; donde se contabilizaban ingresos artificiales como los de un supuesto parking subterráneo de la Avenida de la Constitución que no existe ni existirá o ventas de solares que jamás se vendieron.

Ellos quieren que ahora actuemos con responsabilidad, que “arrimemos el hombro” que busquemos pactos y consenso; pero la realidad es que somos nosotros los que ya arrimamos el hombro, y somos nosotros los que apechugamos y apechugaremos y vamos a tirar de este carro: todos nosotros.

Es muy difícil actuar con serenidad y consenso cuando estás en paro o alguno de tus familiares está en paro, o cuando no llegas a fin de mes, cuando este mismo Ayuntamiento te debe dinero y no tienes para pagar el IBI o la tasa de recogida de residuos; es muy difícil actuar con responsabilidad cuando los que la piden no son ni se hacen responsables de una gestión desastrosa.

Llegan las elecciones municipales. La gente votará de nuevo y, probablemente, la mayoría ni siquiera lea los programas de los partidos que se presentan. Muchos votamos con las tripas, y no con la cabeza; por simpatía o prejuicios más o menos elaborados, como izquierda-derecha o partido obrero o empresarial o partido eficaz o social. Casi nadie leerá los programas y casi nadie esperará ni exigirá que se cumplan.

Parece como si la política fuese un partido de fútbol Madrid-Barça que se retransmitiese cada cuatro años: PP y PSOE. Así nos va; después diremos que la culpa de todo es de los políticos. Si no leemos los programas de los partidos políticos (y no exigimos que se cumplan) la política se convierte en un simple espectáculo de feria o una farsa, y la democracia: una democracia de corcho y cartón piedra.

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