Cambiemos la ley electoral

 

 

 

 

 

 

 

Una de las enseñanzas que proporcionan los resultados de las últimas elecciones generales es el injusto reparto de escaños entre los partidos. Por eso me resultó ofensivo que el reelegido Zapatero argumentase en una entrevista televisiva, al ser preguntado si tenía intención de modificar la Ley Electoral, que no tenía previsto tocarla, que había dado buenos resultados y había proporcionado estabilidad. Un servidor, que piensa que la justicia está antes que la estabilidad, quiere hacer una reflexión sobre el tema.

Para ello aporto tres gráficos que an circulado por la prensa. El primero -de El Periódico, creo- es una tabla en la que se incluyen los votos obtenidos por cada partido y los escaños obtenidos. Los partidos se ordenan por el número de escaños, pero se observa que nada tiene que ver ese orden con el número de votos. Así, IU, que es la tercer fuerza política más votada es la sexta por número de escaños en el Congreso. O sucede que UPD y PNV tienen el mismo número de votos pero el primero tiene un solo escaño y el segundo seis.

El segundo gráfico, muestra el reparto de escaños con un sistema proporcional. El sistema de proporcionalidad con el que se ha elaborado ese gráfico no viene detallado, pero el reparto se ajusta más al número de votos.

El sistema actual de distribución de escaños está viciado por el reparto según circunscripciones provinciales y por la Ley d’Hont. Imagino que habría que empezar por ahí. Lo que pasa que modificar el sistema actual no beneficiaría ni a los dos grandes partidos ni a los de tipo regionalista o nacionalista. Mientras tanto se dará una situación injusta, que viene muy bien reflejada en el gráfico siguiente,