Ejercer Tu Obligacion y Solocitar tu derecho

 

 

Un dilema tantas veces referido oculta una alternativa mucho más profana y simple: el de hablar o no hablar en las situaciones donde es imprescindible escuchar y sobre todo ser escuchado. Hablar significa crear el espacio que permita crecer con el dialogo, crecer con las personas y comprender su significado.

Tambien es verdad que no todo lo hablado deba de ser  referencia, pero si  es de vital importancia que quien se expresa pueda defender su opinión y además hacernos partícipes con una petición implícita de aportación a sus argumentos, pues la riqueza de ideas es el conjunto de todas ellas y la base de LA DEMOCRACIA

Renunciar a hablar es sinónimo de complicidad, de sumisión, a las ideas que se abran camino y echen raíces, sean buenas o malas para el conjunto.

Lo que nunca debemos permitir es renuncia a la palabra, si renunciamos a ella, quedaremos anclados en unos tiempos y clichés  que además son impuestos, por los que no desean el dialogo , y es su  medio de expresión. La anulación de nuestras ideas

Para eso se creó la democracia, para servir como herramienta de igualdad, de dialogo, de trabajo para el entendimiento, una democracia que solo se debe observar desnuda, solo así será transparente.

Todos sabemos que lo contrario son las dictaduras, que se pueden vestir con falda ,pantalón, más o menos ropa , pero que siguen siendo lo mismo, todos sabemos  que comienzan con pequeños gestos como la limitación de la palabra, la censura o manipulación y acaba con el peso de las armas y la sangre de los ciudadanos que se resisten, pero que al final  serán ,las injusticia y esa sangre derramada, los que conseguirán la transformación de las dictaduras en democracias. El precio siempre será el mismo... alto y su beneficio la recuperación de la libertad  a todos los niveles.  

 La verdad necesita de la sinceridad para ser dicha y ésta de una imposición de carácter y de una personalidad decidida para expresarla, independientemente de sus efectos colaterales. El valor de los protocolos está fuera de duda, pero la necesidad de la crítica, es necesaria y la vez debe de ser  asumida 

Nunca te calles.